La idea surge a través de un momento inspirador que va conectado con una emoción y un shock visual, que regularmente sucede a través de viajes, del cine, arquitectura y del arte; la música, es la compañera y el diseño, es uno de los medios. La idea siempre va de la mano de una propuesta basada en una necesidad e ideas que no se estén explotando o haciendo hoy en día. Buscamos redescubrir, reinventar y reinterpretar para poder realizar nuestras propuestas creativas de cualquier índole. Todas estas ideas las plasmamos en nuestra blacknote. Si es un proyecto colaborativo, escuchamos la parte de la otra marca, así ellos se vuelven nuestra inspiración, basado en su deseo y/o necesidad.

Ya que tenemos la idea, que se vuelve el objetivo y el tema central. Realizamos una investigación de lo que nos pueda nutrir, sumar e ir puliendo esa idea para llegar al concepto final. Al igual esta investigación nos ayuda a depurar elementos que no nos sirven, que nos frena a crear algo más auténtico y muchas veces, nos lleva a descubrir que ya se había realizado antes, entonces vemos cómo generar elementos y propuestas que nos ayuden a hacerlo de manera diferente, así el concepto se vuelve único. Luego pasamos a nuestro moodboard que contiene referencias visuales y textos.

Nuestro proceso creativo está acompañado de imágenes y frases que fueron seleccionadas en el proceso de la investigación, por medio de un moodboard que se vuelve nuestra referencia de elementos inspiradores y claves, las palabras claves son la base del concepto y muchas veces se vuelve el nombre del modelo o proyecto. Aquí ya nos ponemos a crear.

Los bocetos que realizamos son hechos en trazos planos, en conjunto con frases claves que describen exactamente la idea, se ponen “en papel o en pantalla” para tener más claridad de la propuesta. Si la creación es un evento, igual existe un plano y escritos con esa idea. El bocetar nos ayuda a darle más forma a las ideas, a definir el diseño o proyecto, entonces seguimos esa línea para poder trabajar. En el caso de una colección, se realizan la cantidad de diseños que la conformará con descripción + materiales propuestos realizados en formato de fichas técnicas en illustrator + imágenes del moodboard que nos inspiró, este es nuestro plan de colección.

En la parte operativa, reunimos todos los elementos que necesitamos para realizar el prototipo o proyecto. Es la parte de preproducción y adquisición. Abarca compras, costos, consumos, solicitud y selección de proveedores, materiales, recursos y selección de diseños adaptados a la búsqueda final. En cualquier rubro, buscamos un equipo especializado en el área que requerimos. Esta parte del proceso define si la propuesta inicial tendrá todos los elementos suficientes que requiere o si al revisar nuestros recursos tenemos que ajustar la idea a éstos y a los proveedores seleccionados. Entonces ya sabemos que sigue producir; dónde, cuándo, cuánto, cómo y con quién.

Ya previamente solicitados y seleccionados todos los recursos y materiales, y habiendo realizado toda la preproducción necesaria. Se realiza la producción del primer prototipo; hablando de ropa, se realiza en este proceso el molde/plantilla de la prenda, regularmente en talla mediana.<br /> En este proceso de producción es donde se concentran toda la parte operativa, y es donde queremos que todo salga como lo visualizamos. Trabajamos con una diseñadora muestrista y detallista, que es la que hace que se materialice la idea, y el primer prototipo.

Ya realizado el primer prototipo, revisamos el comportamiento de los materiales, encogimientos, elasticidad, dificultad para confeccionarse, la exactitud del molde, si es la tela adecuada para el diseño, etc. En este último proceso del prototipo es donde revisamos todos detalles, y ya que se aprobaron o se hicieron los ajustes necesarios, realizamos una prueba en un cuerpo real de talla mediana para revisar el fit de la prenda, así decidimos si ese prototipo queda como producto final de nuestra colección, o requerimos realizar un segundo prototipo o más con esos cambios.